[Smoking and alcohol drinking among medical students].

Sr. Editor: He leído con mucho interés el artículo acerca del consumo de tabaco y alcohol en estudiantes de medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile1. Al respecto, los autores afirman que no existen publicaciones nacionales previas que hayan estudiado la prevalencia de estos hábitos entre estudiantes de medicina. En un artículo publicado por un grupo integrado por quien suscribe, en la Revista Chilena de Salud Pública en el año 20072, estudiamos la prevalencia de hábitos, conductas e intereses de los estudiantes de medicina a través de una encuesta aplicada a alumnos de 1o, 3er y 7o año de la carrera de 5 escuelas de medicina del país, tanto públicas como privadas, de Santiago y de regiones. Estos resultados fueron similares a los de la reciente publicación: 31,11% de nuestros encuestados declaró fumar (23,7% en el trabajo aludido), siendo ambas cifras menores que las reportadas en la población general del mismo grupo etáreo (57,58%)3. Asimismo, en cuanto al consumo de alcohol, en nuestra encuesta 73,91% declaró consumirlo, versus 89% en la publicada en vuestra Revista. Ambas cifras son mayores que las publicadas para la población general de 19 a 25 años (66,13%)4. Por último, ambos estudios demuestran que mientras más avanzada la carrera de medicina, hay mayor consumo de ambas sustancias, lo que sugiere la presencia de un factor estresante a lo largo de los años de estudio. Los datos que comentamos reflejan que el perfil del estudiante de medicina, en lo que se refiere al consumo de alcohol y tabaco, es similar, independientemente de la universidad donde cursa la carrera, dado que incluimos instituciones privadas y del Consejo de Rectores, de las regiones Metropolitana, VIII y XIV. Es interesante comprobar que los estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Chile tienen un perfil similar y complementan la información que obtuvimos. Creo que las cifras publicadas en estos trabajos reflejan la necesidad de realizar una intervención por parte de las Escuelas de Medicina, en base a la prevención y fomento de actividades que promuevan estilos de vida saludables en sus estudiantes. Me parece excelente que existan grupos que continúen esta línea de investigación.